viernes, 8 de mayo de 2015

Conozcamos la Biblia Filipenses


LIBRO DE FILIPENSES

Escrita probablemente desde Roma alrededor del 63 d.C. Filipos era una ciudad de la región griega de Tracia, y se le reconoce por haber sido el primer lugar europeo donde se predicó el Evangelio, en el año 49 d.C.

AUTOSACRIFICIO

EXPLICACIÓN: Gracias al sufrimiento y a la muerte de Cristo podemos tener vida eterna. Pablo se sacrificó, con valor y fidelidad, por el ministerio. Predicó el evangelio aun cuando estuvo en prisión.
IMPORTANCIA: Cristo nos da poder para poner a un lado nuestros intereses y necesidades personales. Para utilizar su poder, debemos imitar a aquellos líderes que muestran autonegación en su preocupación por otros. Cuidemos de no ser egocéntricos.


GOZO

EXPLICACIÓN: Pese a lo que suceda, los creyentes pueden disfrutar de un profundo contentamiento, serenidad y paz. Este gozo proviene de conocer a Cristo en forma personal y de depender de sus fuerzas más que de las nuestras.
IMPORTANCIA: Podemos tener gozo, aun en la adversidad. El gozo no procede de las circunstancias externas sino de la fuerza interior. Como cristianos no debemos depender de lo que tenemos o de lo que experimentamos para obtener gozo, sino de Cristo que está en nosotros.

HUMILDAD

EXPLICACIÓN: Cristo mostró verdadera humildad cuando puso a un lado sus derechos y privilegios como Dios para convertirse en hombre. Puso su vida, a fin de pagar por nuestra culpa. Poner a un lado nuestros intereses personales es esencial para todas nuestras relaciones.
IMPORTANCIA: Debemos adoptar la actitud de Cristo en el servicio a los demás. Debemos renunciar al reconocimiento personal y a los méritos. Cuando renunciamos a nuestros intereses personales, podemos servir con gozo, amor y bondad.


VIDA CRISTIANA

EXPLICACIÓN: Pablo nos muestra cómo vivir satisfactoriamente. Podemos llegar a ser maduros al lograr identificarnos con Cristo, al grado que su actitud de humildad y sacrificio nos gobierne. Cristo es nuestra fuente de poder y nuestra guía.
IMPORTANCIA: El desarrollo de nuestro carácter empieza con la obra de Dios en nosotros. Pero el crecimiento también requiere disciplina, obediencia y concentración incesante de nuestra parte.

UNIDAD

EXPLICACIÓN: En cada iglesia, en cada generación, hay influencias divisorias (opiniones, lealtades y conflictos). En momentos difíciles, es fácil irse en contra del otro. Pablo anima a los filipenses a ponerse de acuerdo con el otro, no seguir discutiendo y trabajar juntos.
IMPORTANCIA: Como creyentes debiéramos luchar contra un enemigo común, no unos contra otros. Cuando nos unimos en amor abunda más la fortaleza de Cristo. Mantenga el ideal de un trabajo de equipo, consideración a los demás y ausencia de egoísmo.


Carta que el apóstol Pablo escribió a la iglesia de Filipos, desde una prisión (1:7,13s., 30), mientras esperaba la decisión de su juicio. De cuál prisión se tratara depende de la fecha que se asigne a la carta los lugares más probables son: Roma (61-63) y Éfeso (55-56), pero cada hipótesis tropieza con dificultades.


I.             OCACIÓN DE LA CARTA

Los filipenses habían demostrado un interés permanente en la obra y persona de Pablo. Lo sostenían en sus viajes con donaciones y le habían provisto de un ayudante, Epafrodito. Pablo, por su parte, deseaba informarles de sus experiencias. Para ello, aprovecho un viaje de Timoteo y Epafrodito.

Epafrodito había enfermado  (2:27) y la iglesia sentía gran pesar por él. Para calmar esta inquietud, Pablo lo envió con esta epístola, en la cual también prometió una próxima visita personal (2:24). Además, tal ocasión le sirvió al apóstol para describir el “progreso del evangelio” (1:12), exhorta a la iglesia  (1:27) y narra la situación de su vida espiritual (3:12-14).Pablo siente “gozo en el Señor” (1:14-18; 2:2; 3:1; 4:4; etc.) porque “el que comenzó entre (los filipenses) la buena obra (de la comunión en la evangelización), la perfeccionara hasta el día de Jesucristo” (1:6). Exhorta a acabar con las “murmuraciones y contiendas” en la iglesia (2:3,14) y exalta la unidad gozosa en Cristo (1:7, 8, 27, etc.), ya sea que él esté presente o ausente (1:27).  

II.           CONTENIDO

La carta se dirige a “todos los santos en Cristo Jesús” (1:1; 4:21), pero menciona expresamente a los obispos y diáconos (inspectores y ayudantes), y se compone de tres partes casi separadas: informaciones, exhortaciones y saludos (1:1-2:30; 4:4-7, 21-23), un grito de alarma con lágrimas (3:1b-21), y un acuse de recibo de las donaciones (4:10-20).

Pablo comienza hablando de su intercesión por todos, agradece la participación activa de los filipenses en la evangelización y pide que el amor siga inspirando los pensamientos y las acción (1:13-11). Informa de su proceso y su esperanza de ser liberado, como respuesta a la oración de los filipenses. Pero esta dispuesto también a morir por Cristo en beneficio de la obra misionera (1:12-26). Exhorta a una conducta digna del evangelio predicado, aun en medio de sufrimiento (1:27-36) y a la unidad en humildad, de acuerdo con el ejemplo de Cristo, quien fue exaltado por su humillación hasta la muerte de cruz (2:1-11). Es un anhelo que los filipenses sean “luminares en el mundo” (2:12-18).

Acto seguido, el apóstol informa sobre sus ayudantes: Epafrodito y Timoteo. Habla de ambos con ardiente afecto y fina delicadeza (2:19-30).

En 4:2s. Pablo pide a varias personas que sean de un mismo sentir en el Señor. La unidad y la paz entre los filipenses (1:27; 4:7,9) peligraban por el deseo que algunos tenían de ser perfectos para “conocer así el poder de la resurrección”. La reacción del apóstol es tan fuerte como en el caso de los gálatas (3:1-11). Advierte del riesgo de poner la confianza en esfuerzos religiosos, a la manera del fariseísmo, y presenta el ejemplo de su propia conversión, la cual produjo el de “ser hallado en Cristo”. Esto se logra, no por llevar una vida legalista, sino al ser aceptado por Dios mediante la fe en Cristo. Señala el alcance futuro del cristiano (3:12-21), y concluye pidiendo unidad entre todos los que son maduros en la fe. Advierte que la fe en la resurrección no debe excluir la cruz, y señala que por privilegios actuales de los creyentes garantiza el porvenir (4:1-9). La pretensión de la perfección divide a la iglesia en imperfectos y perfectos, orgullosos y tímidos; Pablo en cambio, piensa siempre en “todos” (3:15; 1:1).

Refiriéndose finalmente a las donaciones de los filipenses, Pablo disimula su extrañeza por no haber recibido ayuda durante algún tiempo. Alude a su propia disciplina en Cristo, agradece la ayuda y es su oración que los filipenses sean recompensados por Dios (4:10-20).

En 2:5-11 se halla un pasaje especialmente notable: un cántico al Siervo que es a la vez el Señor. Este salmo, que exalta al crucificado, quizás fuera cantado por los filipenses.

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