LIBRO DE
FILIPENSES
Escrita
probablemente desde Roma alrededor del 63 d.C. Filipos era una ciudad de la región
griega de Tracia, y se le reconoce por haber sido el primer lugar europeo donde
se predicó el Evangelio, en el año 49 d.C.
AUTOSACRIFICIO
EXPLICACIÓN:
Gracias al sufrimiento y a la muerte de Cristo podemos tener vida eterna. Pablo
se sacrificó, con valor y fidelidad, por el ministerio. Predicó el evangelio
aun cuando estuvo en prisión.
IMPORTANCIA:
Cristo nos da poder para poner a un lado nuestros intereses y necesidades
personales. Para utilizar su poder, debemos imitar a aquellos líderes que
muestran autonegación en su preocupación por otros. Cuidemos de no ser
egocéntricos.
GOZO
EXPLICACIÓN:
Pese a lo que suceda, los creyentes pueden disfrutar de un profundo
contentamiento, serenidad y paz. Este gozo proviene de conocer a Cristo en
forma personal y de depender de sus fuerzas más que de las nuestras.
IMPORTANCIA:
Podemos tener gozo, aun en la adversidad. El gozo no procede de las
circunstancias externas sino de la fuerza interior. Como cristianos no debemos
depender de lo que tenemos o de lo que experimentamos para obtener gozo, sino
de Cristo que está en nosotros.
HUMILDAD
EXPLICACIÓN:
Cristo mostró verdadera humildad cuando puso a un lado sus derechos y
privilegios como Dios para convertirse en hombre. Puso su vida, a fin de pagar
por nuestra culpa. Poner a un lado nuestros intereses personales es esencial
para todas nuestras relaciones.
IMPORTANCIA:
Debemos adoptar la actitud de Cristo en el servicio a los demás. Debemos
renunciar al reconocimiento personal y a los méritos. Cuando renunciamos a
nuestros intereses personales, podemos servir con gozo, amor y bondad.
VIDA
CRISTIANA
EXPLICACIÓN:
Pablo nos muestra cómo vivir satisfactoriamente. Podemos llegar a ser maduros
al lograr identificarnos con Cristo, al grado que su actitud de humildad y
sacrificio nos gobierne. Cristo es nuestra fuente de poder y nuestra guía.
IMPORTANCIA:
El desarrollo de nuestro carácter empieza con la obra de Dios en nosotros. Pero
el crecimiento también requiere disciplina, obediencia y concentración
incesante de nuestra parte.
UNIDAD
EXPLICACIÓN:
En cada iglesia, en cada generación, hay influencias divisorias (opiniones,
lealtades y conflictos). En momentos difíciles, es fácil irse en contra del
otro. Pablo anima a los filipenses a ponerse de acuerdo con el otro, no seguir
discutiendo y trabajar juntos.
IMPORTANCIA:
Como creyentes debiéramos luchar contra un enemigo común, no unos contra otros.
Cuando nos unimos en amor abunda más la fortaleza de Cristo. Mantenga el ideal
de un trabajo de equipo, consideración a los demás y ausencia de egoísmo.
Carta que el apóstol Pablo escribió
a la iglesia de Filipos, desde una prisión (1:7,13s., 30), mientras esperaba la
decisión de su juicio. De cuál prisión se tratara depende de la fecha que se
asigne a la carta los lugares más probables son: Roma (61-63) y Éfeso (55-56),
pero cada hipótesis tropieza con dificultades.
I.
OCACIÓN
DE LA CARTA
Los
filipenses habían demostrado un interés permanente en la obra y persona de
Pablo. Lo sostenían en sus viajes con donaciones y le habían provisto de un
ayudante, Epafrodito. Pablo, por su parte, deseaba informarles de sus
experiencias. Para ello, aprovecho un viaje de Timoteo y Epafrodito.
Epafrodito
había enfermado (2:27) y la iglesia sentía
gran pesar por él. Para calmar esta inquietud, Pablo lo envió con esta epístola,
en la cual también prometió una próxima visita personal (2:24). Además, tal
ocasión le sirvió al apóstol para describir el “progreso del evangelio” (1:12),
exhorta a la iglesia (1:27) y narra la situación
de su vida espiritual (3:12-14).Pablo siente “gozo en el Señor” (1:14-18; 2:2;
3:1; 4:4; etc.) porque “el que comenzó entre (los filipenses) la buena obra (de
la comunión en la evangelización), la perfeccionara hasta el día de Jesucristo”
(1:6). Exhorta a acabar con las “murmuraciones y contiendas” en la iglesia (2:3,14)
y exalta la unidad gozosa en Cristo (1:7, 8, 27, etc.), ya sea que él esté
presente o ausente (1:27).
II.
CONTENIDO
La
carta se dirige a “todos los santos en Cristo Jesús” (1:1; 4:21), pero menciona
expresamente a los obispos y diáconos (inspectores y ayudantes), y se compone
de tres partes casi separadas: informaciones, exhortaciones y saludos (1:1-2:30;
4:4-7, 21-23), un grito de alarma con lágrimas (3:1b-21), y un acuse de recibo
de las donaciones (4:10-20).
Pablo
comienza hablando de su intercesión por todos, agradece la participación activa
de los filipenses en la evangelización y pide que el amor siga inspirando los
pensamientos y las acción (1:13-11). Informa de su proceso y su esperanza de
ser liberado, como respuesta a la oración de los filipenses. Pero esta
dispuesto también a morir por Cristo en beneficio de la obra misionera (1:12-26).
Exhorta a una conducta digna del evangelio predicado, aun en medio de
sufrimiento (1:27-36) y a la unidad en humildad, de acuerdo con el ejemplo de
Cristo, quien fue exaltado por su humillación hasta la muerte de cruz (2:1-11).
Es un anhelo que los filipenses sean “luminares en el mundo” (2:12-18).
Acto
seguido, el apóstol informa sobre sus ayudantes: Epafrodito y Timoteo. Habla de
ambos con ardiente afecto y fina delicadeza (2:19-30).
En
4:2s. Pablo pide a varias personas que sean de un mismo sentir en el Señor. La unidad
y la paz entre los filipenses (1:27; 4:7,9) peligraban por el deseo que algunos
tenían de ser perfectos para “conocer así el poder de la resurrección”. La reacción
del apóstol es tan fuerte como en el caso de los gálatas (3:1-11). Advierte del
riesgo de poner la confianza en esfuerzos religiosos, a la manera del fariseísmo,
y presenta el ejemplo de su propia conversión, la cual produjo el de “ser
hallado en Cristo”. Esto se logra, no por llevar una vida legalista, sino al
ser aceptado por Dios mediante la fe en Cristo. Señala el alcance futuro del
cristiano (3:12-21), y concluye pidiendo unidad entre todos los que son maduros
en la fe. Advierte que la fe en la resurrección no debe excluir la cruz, y
señala que por privilegios actuales de los creyentes garantiza el porvenir (4:1-9).
La pretensión de la perfección divide a la iglesia en imperfectos y perfectos,
orgullosos y tímidos; Pablo en cambio, piensa siempre en “todos” (3:15; 1:1).
Refiriéndose
finalmente a las donaciones de los filipenses, Pablo disimula su extrañeza por
no haber recibido ayuda durante algún tiempo. Alude a su propia disciplina en
Cristo, agradece la ayuda y es su oración que los filipenses sean recompensados
por Dios (4:10-20).
En
2:5-11 se halla un pasaje especialmente notable: un cántico al Siervo que es a
la vez el Señor. Este salmo, que exalta al crucificado, quizás fuera cantado
por los filipenses.
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