viernes, 14 de septiembre de 2018

Carta a la iglesia de Filadelfia




7Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: 8Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 9He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. 10Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.


Apocalipsis. 3.7:13

Filadelfia era una iglesia fiel, situada en un pequeño pueblo establecido para ser un centro de la cultura griega. El pueblo era famoso por los viñedos que lo rodeaban, pero estaba sometido a frecuentes terremotos.

El mensaje a Filadelfia.

DESTINO.

Filadelfia, como a unos cuarenta y cinco kilómetros al sureste de Sardis, significa amor fraternal. Se llamó a la cuidad del nombre del rey Atalo III. Limitaba con Misia, Lidia y Frigia, y como estaba expuesta a fuertes terremotos muchos de sus habitantes vivían fuera de los límites de la ciudad. Esta iglesia puede representar la era moderna misionera de la historia de la iglesia.

EL SEÑOR.

La cabeza de la iglesia se representa a Sí mismo como santo, verdadero y con autoridad. La última parte del versículo 7 está tomada de Isaías 22.22 donde el siervo de Dios, Eliacim, se le dio autoridad sobre la casa de David.


ALABANZA.

A l iglesia se le alaba por cuatro cosas: (1) usar las oportunidades que ofrece la puerta abierta (esto parece implicado en el ver. 8a); (2) poca fuerza (no se refiere a debilidad espiritual sino al pequeño número de verdaderos santos en la iglesia); (3) guarda su palabra; (4) dedicación y fidelidad.

PROMESA.

Se dan cinco promesas:

Los enemigos serán humillados. Sus enemigos serían humillados ante ellos (v.9). de la misma forma que en Esmirna, a estos judíos antagonistas no creyentes se les da el nombre de “sinagoga de satanás” (2.9).

A la iglesia se le promete liberación. A la iglesia también se le promete liberación de la hora de la prueba que vendrá sobre el mundo entero. La palabra “prueba” es equivalente de “tribulación” (cf. Lucas 8.13; Mat 13:21 y Marc 4:17). El versículo indica que esto no se refiere a las pruebas normales de los cristianos, sino a una hora especial de prueba que será universal. Incluso la persecución que los creyentes han sufrido y están sufriendo hoy en manos de determinadas naciones no cumplen este versículo, ya que no son universales. La promesa del Señor es que la iglesia será liberada de esa hora. Bien se sabe que la frase “guardada de” solamente se usa dos veces en el Nuevo Testamento, aquí y en Juan 17.15 en la última referencia el Señor pedía que los creyentes fuesen guardados del mal, cuya oración es contestada liberándonos del poder e las tinieblas, transfiriéndonos al reino de Su amado Hijo (Col. 1:13). En este pasaje a los creyentes se les promete ser liberados de esa hora.

El significado más natural de la promesa incluye que se nos transporte al cielo desde la tierra donde estarán aconteciendo las tribulaciones. Es posible concebir que la iglesia está protegida de los juicios del periodo de tribulación aunque esté en la tierra, pero sabemos que los santos de Dios en la tierra durante ese período no estarán exentos de los juicios o de la muerte (6.9-11; 7.9-14; 14.1-3; 15.1-3). Uno puedes ser guardado de la tribulación sin un rapto de pretribulación, pero ¿cómo puede ser uno guardado de la hora sin haber sido raptado? Si la iglesia no es raptada antes de que comience la hora, entonces la promesa no se cumplirá porque muchos santos no estarán preservados sino que sufrirán y morirán.
El Señor viene pronto. El Señor promete venir pronto (v. 11).

Los creyentes serán enaltecidos. La promesa de que los creyentes serán columnas puede aludir a la costumbre en Filadelfia de honrar a un magistrado o filántropo colocando una gran columna en uno de los templos de Dios y así permanentemente (“nunca más saldrán de allí”).

Los santos tendrán nombre de Dios. Dios promete escribir Su nombre en los santos, el nombre de su ciudad y su nuevo nombre. A lo que se puede referir este nuevo nombre no lo sabemos, pero el escribir un nombre indica identificarse con, y ser poseído por, Dios.

Estas tienen que haber sido promesas muy preciosas para una iglesia que estaba plagada de enemigos por dentro y por fuera, y siempre serán promesas preciosas para la iglesia universal.

EXHORTACIÓN.

La única exhortación es la de retener (se usa la misma palabra en 2.13-14, 25). El motivo de esta exhortación es que nadie robase su recompensa (cf. 2Juan 8).

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