domingo, 26 de julio de 2015

¿El Diablo, que sabes de él?


¿Cómo es el diablo? ¿Realmente es como las caricaturas de las fábulas, con un traje rojo, una horquilla, sentado en el trono del infierno? ¿O viaja por la tierra disfrazado de ángel de luz?

Desdichadamente, muchas personas no tienen una imagen acertada del diablo. Muchos lo menosprecian a él y a su poder, y aun llegan al punto de dudar de su existencia. Una vez alguien le pregunto al evangelista Charles Finney: «Señor Finney, ¿usted cree que el diablo es real?» Finney respondió: «Trata de oponerte a él por un tiempo, y sabrás si es real o no». En el instante que te comprometes con Jesucristo, te das cuenta de cuan real es el diablo.


La Biblia nos demuestra claramente lo activo y astuto que es el diablo. Al mismo tiempo, las escrituras nos dejan saber los límites del diablo y su aniquilación final. Cuanto más entendamos las tácticas de este inteligente ser espiritual, mejor preparados estaremos para defendernos de sus ataques. Los siguientes pasajes de las Escrituras contestan algunas de las preguntas más comunes acerca del diablo,  al cual también se llama satanás.

1.    ¿De dónde vino Satanás? El orgullo de Satanás lo guió a su caída del cielo (Ap. 12:7-9)   

7Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; 8pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

2.    ¿Cuáles son las habilidades de Satanás? Satanás tiene el poder y el acceso para hacer ciertas cosas en este mundo (2 Co. 4:3-4)

3Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.


Algunas personas enseñan que cuando uno muere entra en un estado de animación suspendida y que posteriormente somos llamados a la presencia de Dios. Pero este pasaje enseña claramente que cuando un creyente muere, va directamente al cielo para estar «en el hogar celestial con el Señor». Esto se ilustra en por lo menos dos lugares más en la Escritura.

1.    El ladrón en la cruz. Cuando Jesús estaba en la cruz, un ladrón, crucificado también, le dijo que se acordara de él cuando viniera en su reino. Jesús le dijo inmediatamente: «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas. 23:40-43)

40Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? 41Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. 42Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

2.    El apóstol Pablo. El apóstol Pablo escribe: «Quisiera partir y estar con Cristo» (Filipenses. 1:23)

23Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;

Él no dice: «deseo partir y estar suspendido en un sueño del alma por miles de años». Pablo comprendía esta verdad mejor que la mayoría, porque ya había tenido una visión del cielo. Es probable que cuando fue apedreado, haya muerto y entrado en la presencia del Señor. Pero Dios todavía tenía trabajo para Pablo en esta tierra. Así que lo envío de vuelta a este mundo para que continuara haciendo la obra de Dios (2 Co. 12:2-4)

En el momento que exhales el último suspiro en la tierra, tendrás el primero en los cielos. Por eso, no le tengas temor a la muerte. Más bien, disfruta de tu vida con Cristo y pasa el resto de tu vida aquí encaminando a otros hacía el Salvador, con quien pasaras la eternidad.     

3.    ¿Cuáles son las limitaciones de Satanás? No debemos menospreciar el poder de satanás, pero debemos darnos cuenta de que es limitado (2 Timoteo. 4:18)

18Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.

4.    ¿Cómo ataca Satanás a las personas? Satanás manipula y distorsiona hábilmente para engañar a la gente (2 Corintios. 11:13-15)

13Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.

5.    ¿Quién puede frustrar los planes de Satanás? Aquellos que rinden su vida a Cristo pueden derrotar a ese malvado enemigo (Apocalipsis. 12:10-12)

10Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. 12Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

Dios usa a sus fieles seguidores para arruinar los planes de Satanás. Aquí hay tres maneras significativas de cómo los mártires  del evangelio vencieron los ataques de Satanás:

1.    Ellos lo vencieron por la sangre del cordero. La Biblia dice: «sin derramamiento de sangre no hay perdón» (Hch. 9:22). Es sólo a través de lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz que podemos llegar a Dios. Estas personas sabían que nunca podrían alcanzar el cielo o vencer las acusaciones de Satanás por sus propios méritos o habilidades. Sabían que no cumplían la exigencias de Dios, pero también sabían que «la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado» (1 Juan. 1:7).

2.    Ellos lo vencieron por su testimonio. Los creyentes descritos en estos versículos llegaron a comprender lo que Dios había hecho por ellos, y así lo proclamaron a otros. No sólo comprendieron que tenían acceso incondicional a Dios, sino que también sabían que «invadir el territorio enemigo» era alcanzara otros con el mensaje del evangelio.

3.    Ellos lo vencieron por su actitud hacia la vida. Estos creyentes amaron más a Cristo que a su propia vida. Soportaron el martirio por su fe porque sabían que una vida mejor les esperaba con Cristo en los cielos. Como dijo el apóstol Pablo: «para mí, vivir significa vivir para Cristo y morir es aún mejor» (Filipenses. 1:21).
La historia relata el caso de un creyente que fue perseguido por Roma a causa de su fe.

·         Cuando estuvo delante del emperador, éste le dijo: Renuncia a tu Cristo o te voy a desterrar.
·         El cristiano respondió: Tú no puedes desterrarme de Cristo, porque Dios dice: “Nunca te dejaré ni te desampararé”.
·         El emperador dijo: Voy a confiscar tu propiedad.
·         El cristiano respondió pacientemente: Mis tesoros están en los cielos, tú no puedes tocarlos.
·         El emperador dijo: ¡Voy a matarte!
·         El cristiano respondió: He estado muerto para el mundo desde hace cuarenta años. Mi vida está escondida con Cristo en Dios. Tú no puedes tocarla.
·         El emperador se volvió a algunos miembros de su corte y dijo con rabia: ¿Qué podemos hacer con un fanático como éste?

Que el Señor le dé a la iglesia más cristianos así.  

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