LIBRO DE MATEO
1Aram., Carozota d′Matai, que se
traduce el Mensaje o la Predicación de Mateo. Atribuido tradicionalmente al
apóstol Mateo (Leví) el publicano. Escrito alrededor del 65 d.C.
21:1 Aram., Íshu M′shija, que
se traduce Jesús el Ungido o el Salvador Ungido. En idioma griego es Iesous
Christos. Íshu se deriva de Yehoshua que significa Yahweh salva. El nombre del
Señor Jesucristo en idioma arameo es Íshu M′shija.
31:16 Aram., M′shija, que se
puede traducir ungido, consagrado para un oficio. El Señor Jesucristo es el
Ungido, el consagrado por Dios a fin de redimir a la raza humana mediante su
sacrificio. En idioma griego es Christos, y en idioma hebreo Mashíah, que ha
derivado del español como Mesías.
ENSAEÑANZA
EXPLICACIÓN:
Jesús enseñó a la gente por medio de sermones, ilustraciones y parábolas. De
esta manera mostró los verdaderos ingredientes de la fe y cómo librarse de la
vida infructuosa e hipócrita.
IMPORTANCIA:
Las enseñanzas de Jesús nos enseñan a prepararnos para vivir en su Reino
viviendo como es debido. Su vida fue un ejemplo de sus enseñanzas, y nuestra
vida debiera serlo también.
RESURRECCIÓN
EXPLICACIÓN:
Cuando Jesús resucitó, lo hizo con poder como el verdadero Rey. En su victoria
sobre la muerte, estableció sus credenciales como Rey, y su poder y autoridad
sobre lo diabólico.
IMPORTANCIA:
La resurrección muestra el poder de Jesús que está a nuestro favor: ni aun la
muerte pudo detener su plan de ofrecernos vida eterna. Aquellos que creen en
Jesús pueden esperar una resurrección como la de Él. Nuestra responsabilidad es
difundir su historia en toda la tierra de modo que todos puedan disfrutar de su
victoria.
JESUCRISTO,
EL REY
EXPLICACIÓN:
Jesús es revelado como el Rey de reyes. Su nacimiento milagroso, su vida y
enseñanzas, sus milagros y su triunfo sobre la muerte muestran su identidad
verdadera.
IMPORTANCIA:
A Jesús no se le puede comparar con ninguna persona o poder. Él es la autoridad
suprema del tiempo y la eternidad, del cielo y de la tierra, de los hombres y
de los ángeles. Debiéramos darle el lugar que como Rey le corresponde en
nuestra vida.
EL
MESÍAS
EXPLICACIÓN:
Jesús era el Mesías, el que los judíos estaban esperando para que los librara
de la opresión romana. Sin embargo, no lo reconocieron cuando vino, porque su
reino no era del tipo que esperaban. El verdadero propósito del libertador
ungido de Dios fue morir por todos para librarlos de la opresión del pecado.
IMPORTANCIA:
Por el hecho de que Dios envió a Jesús, podemos confiarle nuestra vida. Vale la
pena todo lo que podemos reconocer en Él y entregar a Él, porque Él vino para
ser nuestro Salvador, nuestro Mesías.
REINO
DE DIOS
EXPLICACIÓN:
Jesús vino a la tierra para dar inicio a su reino. Su reino total será una
realidad cuando vuelva y formarán parte de ese reino todos los que le hayamos
seguido fielmente.
IMPORTANCIA:
Al Reino de Dios se entra por medio de la fe. Creyendo en Cristo podemos ser
salvos del pecado y lograr que nuestra vida sea transformada. Debemos realizar
las obras de su Reino a fin de estar preparados para su regreso.
MATEO
(gr., del heb. Mattai, abreviatura de Mattanya
= “regalo de Dios”). Uno de los doce apóstoles de Jesús, aunque su nombre
no aparece en todas las listas de éstos (Mt. 10:3; Mr. 3:18; Lc. 6:15; Hch.
1:13). Sólo Mt. 10:3 informa que era publicano. Según Mt. 9:9, M. se encontraba
sentado en el puesto del cobrador en Capernaum cuando el Señor lo llamó. En los
pasajes paralelos, sin embargo, a este apóstol se le llama Leví, y Mr. Añade a
la frase “hijo de Alfeo” (Mr. 2:14; Lc. 5:29). Sin duda se ha de ver en M./Leví
un nombre noble.
La cena ofrecida después del
llamamiento de M. parece haber tenido lugar en la propia casa de éste (Mt. 9:10
indica sencillamente “en la casa”; Mr. 2:15; y Lc. 5:29 rezan: “en su casa”,
que difícilmente podrían referirse a la de Jesús).
Cabe destacar que como aduanero
sabría escribir y que además del arameo, conocía también el gr.
Fuera de los textos mencionados
no hay otra referencia personal a M. en el NT. Papías (siglo II d.C.) dice que
M. “compiló los oráculos [del Señor] en lengua hebrea [= arameo], y cada uno
los traducía [o interpretaba] luego como podía”. Por tanto, la iglesia
primitiva creía que M. era el autor del evangelio que lleva su nombre, a pesar
de que este evangelio fue escrito en griego.
Hoy muchos eruditos no creen
que M. haya sido el autor del evangelio, si bien algunos admiten que
posiblemente fuera compilador de los dichos de Jesús, o de las numerosas citas
del AT. Y que por eso lleva su nombre. Otros suponen que M. fue secretario del
grupo de discípulos que registró los dichos y hechos de Jesús, y así se
constituiría en el autor. Sin embargo, en el evangelio mismo no se indica el
autor. (MATEO, EVANGELIO DE.).
MATEO, EVANGELIO DE. En los
primeros siglos d.C. Mt. Se distinguía como el más leído e influyente de los
cuatro evangelios. En la mayoría de las listas de los libros del NT Mt. Aparece
en primer lugar. De esto hay tres posibles explicaciones: (1) fue el primer
evangelio escrito; (2) lo escribió un apóstol y esto fue firmemente creído en
aquel entonces y (3) fue muy apreciado en la iglesia debido a su forma
literaria y didáctica.
I.
PATERNIDAD
LITERARIA
Hasta
recientemente era unánime la creencia de que Mateo-Leví había escrito el primer
Evangelio, pero modernamente la mayoría de los eruditos ponen en tela de juicio
tal paternidad. El problema gira alrededor de dos factores: (1) Mt. Contiene
casi todo el material abarcado por el Evangelio de Marcos, escritor no
apostólico, de lo cual es posible deducir que aquel dependía de éste. La
abreviación de muchos de los relatos, que hace Mateo, manifiesta la
dependencia, pues es de suponer que sería todo lo contrario si Mt. Fuera
primero. Sin embargo, sería inconcebible que un apóstol y testigo ocular del
ministerio de Jesús se apoyara en uno que no lo era (EVANGELIOS). (2) no se
sabe a ciencia cierta cual fuera la lengua original del Evangelio: según Papías
(Eusebio, Hist. Eccl. III, 39,16) “Mt. Ordeno los logia del Señor en el
dialecto de los hebreos [= arameo] y cada uno los interpretaba [o traducía]
como podía”. Se discute arduamente si logia
quiere decir “los dichos del Señor” (= su enseñanza) o “los escritos acerca del
Señor” (quizás el Evangelio completo). Según algunos eruditos, el texto actual
de Mt. Parece haberse escrito originalmente en gr. De ser así, dicen, el
apóstol Mateo no pudo haberlo escrito. Pero se olvidan que el apóstol era de
Galilea, región Bilingüe, por lo que es muy posible que hayan dominado ambos
idiomas. El testimonio de los Padres de la iglesia en los primeros siglos
corrobora la tesis de la paternidad de Mateo. Sin embargo, todos los Evangelios
son anónimos y nada nos obliga a creer como artículo de fe la atribución
tradicional (PSEUDONIMIA).
Dos
detalles nos inclinan a creer que Mateo tubo algo que ver con la composición:
(1) en 10:3 se llama a Mateo “el publicano”, cosa que Mateo mismo hubiera
podido hacer, pero no otros (cp. Mr. 3:18; y Lc. 6:15 donde falta este
epíteto); (2) en Mt. 9:10 se localiza la fiesta de Mateo sencillamente “en la
casa” como si fuera su propia casa, mientras los otros sinópticos (Mr. 2:15;
Lc. 5:29) usan “en su casa”, refiriéndose directamente a la de Mateo (Leví).
Con todo, debemos admitir que el problema no ha sido del todo resuelto.
II.
FECHA
Y OCASIÓN
La
composición de Mt. Tiene sus raíces en el mismo universalismo del mensaje de
Jesús, porque desde el principio fue necesario explicar a los judíos que su fe,
tradicionalmente limitada a Israel, ahora sería compartida con los gentiles. Al
comienzo los judíos no comprendieron las implicaciones de esto, y aún después
de iniciada la misión a los gentiles, pensaron que estos tendrían que
satisfacer todos los requisitos del judaísmo para entrar en el reino. Así que
el problema der Mt. Es el de explicar cómo el reino de los cielos, claramente
profetizado en el AT, se da, no a los que rechazan al Masías, sino a todos los
que reciben a Jesús como Señor y producen los frutos del reino (21:43).
Además,
puesto que Jesús se constituyó en Señor del cielo y de la tierra (21:43), era
preciso proclamar su señorío universal a todo el mundo (28:19) aunque la
necesidad de escribir este Evangelio existía desde el tiempo de Jesús, no fue
sino hasta poco después de indicada la misiona los gentiles y aun hasta más
tarde en el siglo I, al agudizarse la oposición judía hacia el cristianismo,
cuando se hayo verdadera ocasión para su composición. Por eso se han sugerido
fechas que se extienden desde la quinta década hasta la novena; no hay consenso
al respecto.
Algunos
aseguran que (22:7) se refiere a la destrucción de Jerusalén ya acaecida, lo
cual favorecería una fecha posterior a 70 d.C. pero como no hay referencia
clara a esta destrucción se podría admitir una fecha de la sexta o séptima
década (en todo caso, después de la publicación de Mr.).
III.
DESTINATARIOS
Y PROPÓSITOS
La
creencia casi universal de que Mt. Se escribió para los judíos se basa en los
siguientes hechos: (1) la genealogía de Mt. 1:1-17 comprende únicamente la
historia de Israel, desde su fundador Abraham, hasta Jesús (cp. La genealogía
de Lc. 3:23-38 que se remonta hasta Adán).
(2) Las muchas citas del AT tiene por objeto mostrar que en Jesús se
cumplen las esperanzas mesiánicas; de especial interés son las once citas
predicadas por la frase: “para que se cumpliese lo dicho por el profeta”
(1:22s.; 2:17s.,23; 4:14ss.; 8:17; 12:17ss.; 13:35; 21:4s.; 26:56; 27:9s.; cp.
26:54). (3) la ley mosaica y otras ideas del judaísmo se contrastan con la
palabra de Jesús, evidentemente superior. (4) algunos ven en los cinco grandes
discursos del Evangelio (cp. Los cinco libros de Moisés) un indicio de que
Mateo ve a Jesús como el nuevo legislador, el nuevo Moisés que da sus leyes
desde otro monte. (5) También hay referencia a los judíos en su relación con
los gentiles (8:11s.; 21:33-45, especialmente el v. 43). Estos detalles, y
otros más, parecen indicar que el autor escribía para judíos, o judeocristianos
de habla griega (sin excluir a los gentiles), y trataba de explicar cómo el
reino prometido a los judíos les fue quitado y dado a los gentiles.
El
objetivo básico del Evangelio ha sido muy discutido: algunos reclaman su
propósito catequístico; otros, su carácter litúrgico, y otros, seguramente se
halla en una combinación de varias de estas sugerencias. Sin embargo, el tema
central y preponderante es sin duda una verdad teológica: el reino de los
cielos viene primero en forma espiritual, privada y personal, antes de
irrumpir, como estaban los judíos, en su manifestación pública, política y
literal. (Ver “estructura teológica” abajo.).
IV.
ESTRUCTURA
LITERARIA
Una
de las razones para la inmensa popularidad de Mt. Es la forma ordenada, concisa
y cuidadosa en que fue escrito. El evangelista procede según un plan bien
trazado a recopilar su materia según temas, aunque no siempre en forma
cronológica. Reúne en cinco grandes discursos didácticos mucha materia que se
encuentra dispersa a través de los otros sinópticos (aunque cp. El Sermón del
llano en Lc. 6:17-49).
Los
cinco discursos presentan diversas facetas del tema central del Evangelio, que
es el reino de los cielos: (1) Mt. 5-7, el Sermón del Monte; (2) Mt. 10, el
discurso misionero; (3) Mt. 13, las parábolas del reino; (4) Mt. 18, el
discurso sobre los pequeños y sobre los disgustos entre hermanos; (5) Mt. 24 y
25, el discurso escatológico. Estos discursos forman la espina dorsal del
Evangelio. Señala su importancia la fórmula concluyente: “Y cuando termino
Jesús estas palabras” u otra frase semejante (7:28; 11:1; 13:53; 19:1; 26:1).
Aunque algunos eruditos consideran como otro discurso la diatriba contra los escribas
y fariseos. (Mt. 23), éste omite la formula concluyente y no trata de una
enseñanza específica sobre el reino como los otros discursos. Entre un discurso
y otro, Mateo ha intercalado muchas narraciones del ministerio de Jesús. Esta
manera de presentar el mensaje integral de Jesús demuestra la relación íntima
que debe haber entre los hechos de la vida de Jesús y la enseñanza del reino
con su ética correspondiente.
Otra
manera de bosquejar el Evangelio es a partir de la frase, “Desde entonces”, que
se halla en 4:17 (al principio del ministerio de Jesús cuando va creciendo su
popularidad) y en 16:21 (en la declinación de su ministerio que culmina en su
muerte).
La
estructura literaria de Mt. Encierra a la vez una estructura escatológica,
Porque en los cinco discursos enseñan lo fundamental acerca del reino de los
cielos: (1) el Sermón del Monte (5-7) nos da las leyes básicas del reino; (2)
el discurso misionero (10) presenta la imperiosa necesidad de proclamar el
mensaje del reino a los demás; (3) las parábolas del reino (13) declaran el
desarrollo del reino y su concepto total desde el punto de vista cronológico;
(4) el discurso de Mt. 18 enseña las relaciones personales y la comunión que
deben prevalecer dentro del reino; y (5) el discurso escatológico (24 y 25)
destaca el desenlace de todo el proceso del reino en la segunda vida de Cristo.
V.
CARACTERÍSTICAS
ESPECIALES
Mt.
Es el único Evangelio que usa la palabra “iglesia” (16:18; 18:17), y por eso se
le llama el “Evangelio eclesiástico”. Sin embargo, la frase “pueblo de Dios”
describe mejor la iglesia para nuestros días, y este concepto se encuentra
repartidamente en los Evangelios.
Únicamente
Mt. Usa la frase “reino de los cielos”, aunque también emplea cuatro veces el sinónimo
“reino de Dios”.
Se
caracteriza por algunas tensiones y paralelismos interesantes: (a) entre el señorío
del Padre (11:25) y el de Jesús (28:18); (b) entre el cielo (≈Dios) y la tierra
(=el hombre) (6:1-20; 7:11; 10:32s.; 16:17,19; 18:18s.; 21:24ss.); (c) entre la
presencia física de Jesús (1:23) y el castigo de los gentiles que no fueran
fieles a la voluntad de Jesús (25: 31-46).
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