Salmos
148 1-9.
¡Alaben a Yahweh desde los cielos! ¡Alábenlo en las alturas! ¡Alábenlo todos sus ángeles! ¡Alábenlo todas sus huestes! ¡Alábenlo el sol y la luna! ¡Alábenlo todas las estrellas y la luz! ¡Alábenlo los cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos! Alaben el nombre de Yahweh, porque Él habló y llegaron a ser, Él lo ordenó y fueron creados; los estableció por siempre y para siempre; les puso ley que no pasará. Alaben a Yahweh desde la Tierra los dragones y todos los abismos. El fuego y el granizo, la nieve y el hielo, los vientos y las tempestades son obra de su palabra; para ejecutar en ellos la sentencia escrita, y dar esplendor a todos sus justos.
A.VERBOS.
halal,
«alabar, celebrar, glorificar, cantar, alardear». El sentido de «alabar» es, en
efecto, la acepción de la forma intensiva del verbo hebreo halal, que en su
modalidad activa simple significa «alardear». Este último sentido se encuentra
en las formas cognadas del acádico antiguo, cuyos dialectos son las lenguas de
Babilonia y de Asiria. En ugarítico, el vocablo tiene la acepción de «gritos» y
tal vez de «júbilo». Encontramos halal más de 160 veces en el Antiguo
Testamento y por primera vez en Génesis 12:15, en donde se indica que, debido a
la gran belleza de Sara, los príncipes del faraón la «alabaron» («la ponderaron»)
delante de él.
Aunque
halal se usa a menudo solo para indicar la «alabanza» que se hace a personas,
incluyendo al rey (2 Crónicas 23:12) o la belleza de Absalón (2 Samuel 14:25),
el término se usa mayormente para «alabar» a Dios. Es más, a todo ser viviente
y todas las cosas creadas, incluyendo el sol y la luna, se les llaman a
«alabar» a Dios (Salmos 148:2–5, 13; 150:1).
Típicamente,
tal «alabanza» se expresa en el santuario, sobre todo durante las grandes
fiestas (Isaías 62:9).
El
nombre hebreo para el libro de Salmos es sencillamente el equivalente del
vocablo «alabanzas». Tiene un sentido más apropiado que «Salmos», lo cual
proviene del griego y tiene que ver con cánticos acompañados por algún
instrumento de cuerda. No es de extrañarse que el libro de Salmos contenga más
de la mitad de los casos de halal en sus varias modalidades. A los Salmos
113—118 se les denomina tradicionalmente los «Salmos Hallel», pues tienen que
ver con la alabanza a Dios por la liberación de la esclavitud egipcia bajo
Moisés. Por esta razón, estos salmos forman una parte importante del culto
tradicional de la Pascua. No cabe duda que se tratan de los himnos que Jesús y
sus discípulos cantaron en la noche en que instituyó la Cena del Señor (Mateo 26:30).
De
la palabra halal proviene «Aleluya» (aleluya), una expresión hebrea de
«alabanza» a Dios que se ha incorporado a casi todos los idiomas del mundo. El
término hebreo se traduce más exactamente como «Alabemos a Jah» (o «Ya»), la
forma abreviada de «Yahveh» (Jehová), el nombre particular israelita de Dios.
El término «Jah» se encuentra en la traducción rvr de Salmos 68:4, fiel al
texto hebreo y la bj lo traduce «Yahveh» (Salmos 68:5). [La mayoría de las
versiones siguen la traducción tradicional de «Señor», según la práctica que
comenzó en el judaísmo antes del Nuevo Testamento. El término hebreo «Señor» se
sustituía por «Yahveh» (Jehová), que probablemente significaba «El que hace
ser».] La transliteración de aleluya en griego se encuentra 4 veces en el Nuevo
Testamento en forma de «Alleluia» (Apocalipsis 19:1, 3–4, 6). Sin duda, los
himnos cristianos quedarían muy empobrecidos si se quitara de repente el
término «Aleluya» de nuestro lenguaje de alabanza.
yadah,
«dar gracias, loor y alabanza». Este es un vocablo hebreo muy común a todos los
períodos y un término muy importante en el lenguaje de la alabanza. Yadah se
encuentra casi 120 veces en la Biblia hebraica. El primero de estos casos lo
encontramos en la historia del nacimiento de Judá, el hijo de Jacob y Lea: «Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y
dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá» (Génesis
29:35).
Como
era de esperarse, esta palabra aparece con mayor frecuencia en el Libro de
Salmos (unas 70 veces). Como expresión de gratitud o alabanza, es un elemento
natural del culto ritual público, así como de la alabanza personal a Dios (Salmos
30:9, 12; 35:18). Muy a menudo las alabanzas se encaminan en nombre del Señor
(Salmos 106:47; 122:4).
Cierta
variación en las traducciones puede percibirse en 1 Reyes 8:33: «confesar» (rv,
nbe, bla), «alabar» (bj) su nombre.
B.
NOMBRES.
tehillah,
«gloria; alabanza; canción de loor; acciones loables». Tehillah aparece 57
veces durante todos los períodos de la historia bíblica hebrea.
Primero,
el término denota una cualidad o atributo de alguna persona o cosa; significa
«gloria» o «loable»: «Él es el objeto de
tu alabanza, y Él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles
que tus ojos han visto» (Deuteronomio 10:21). Israel es la «gloria» de Dios
cuando existe en un estado de exaltación y de bendición divina: «Ni le des tregua, hasta que restablezca a
Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra» (Isaías 62:7; cf. Jeremías
13:11).
Segundo,
en algunos casos tehillah representa las palabras o la canción en la que a Dios
se alaba en público, o mediante las cuales su «gloria» se declara públicamente:
«De ti será mi alabanza [es el Mesías que habla] en la gran congregación» (Salmos
22:25). El Salmo 22:22 es aún más claro: «Anunciaré
tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré».
Tercero,
con un matiz particular, tehillah se usa como término técnico musical para una
canción (sir) que exalta o alaba a Dios: «Salmo de alabanza de David»
(encabezamiento del Salmos 145, que en hebreo es el v. 1). Tal vez Nehemías 11:17
se refiere a un director de coro o alguien que dirige las canciones de
«alabanzas»: «Y Matanías… hijo de Asaf, el principal, el que empezaba las
alabanzas y acción de gracias al tiempo de la oración [quien al principio
dirigía la alabanza a la hora de la oración]».
Por
último, tehillah puede representar acciones dignas de «alabanza», o acciones
por las que el responsable merece «alabanza y gloria». Esta acepción se encuentra
en la primera vez que el vocablo aparece en la Biblia: «¿Quién como tú Jehová
entre los dioses? ¿Quién como tú magnífico en santidad, temible en maravillosas
hazañas [hechos loables], hacedor de prodigios?» (Éxodo 15:11).
Dos
nombres relacionados son mahaalal e hillûlîm. Mahaalal aparece una vez (Proverbios
27:21) y se refiere al grado de intensidad de la «alabanza» o bien su ausencia.
Hillûlîm, que aparece 2 veces, significa «jubilación festiva» durante la
cosecha del cuarto año (Levítico 19:24; Jueces 9:27).
tôda,
«acción de gracias». Esta importante modalidad sustantiva, que se encuentra
unas 30 veces en el Antiguo Testamento, se usa con el sentido de «agradecer».
El término se ha preservado en el hebreo moderno como la palabra usual para
«dar gracias». En el texto hebreo, tôda se usa para señalar «acción de gracias»
mediante canciones de adoración (Salmos 26:7; 42:4). A veces el vocablo se usa
para referirse a un coro o procesión de alabanza (Nehemías 12:31-38). Una de
las ofrendas del sacrificio de paz se denominaba la ofrenda «en acción de
gracias» (Levítico 7:12).
No hay comentarios:
Publicar un comentario