LIBRO DE
MARCOS
Aram., Carozota
d′Marcos, se traduce el Mensaje o la Predicación de Marcos. Tradicionalmente se
afirma que este relato del Evangelio fue escrito en Roma alrededor del 60 d.C.,
por Juan Marcos. Marcos no pertenece al grupo de los doce apóstoles, pero su
relato tiene todas las características de que lo obtuvo de alguien que fue
testigo ocular, que muy probablemente haya
sido Pedro.
EXTENSIÓN DEL EVANGELIO
EXPLICACIÓN:
Jesús primeramente dirigió su ministerio público a los judíos. Cuando los
líderes judíos se opusieron, Él buscó a los gentiles, los sanó y les predicó el
evangelio. Soldados romanos, sirios y otros gentiles oyeron las buenas nuevas.
Muchos creyeron y lo siguieron. El mensaje final de Jesús a sus discípulos fue
un reto a ir por todo el mundo a predicar el evangelio de salvación.
IMPORTANCIA:
Jesús pasó por sobre las barreras nacionales, raciales y económicas para
difundir sus buenas nuevas. El mensaje de Jesús, mensaje de fe y perdón, es
para todo el mundo, no solamente para nuestra iglesia, nuestro vecindario o
nuestra nación. Debemos proyectarnos más allá de nuestro pueblo y de nuestras
necesidades para hacer realidad la visión mundial de Jesucristo de que en todas
partes resuene este gran mensaje y la gente se salve del pecado y de la muerte.
JESUCRISTO
EXPLICACIÓN:
Solo Jesucristo es el Hijo de Dios. En Marcos, Jesús demostró su divinidad por
derrotar a la enfermedad, a los demonios y a la muerte. Aunque tenía poder para
ser el Rey de la tierra, decidió obedecer al Padre y morir por nosotros.
IMPORTANCIA:
Cuando Jesús se levantó de entre los muertos demostró que era Dios, que podía
perdonar pecados y que tiene poder para cambiar nuestras vidas. Si confiamos en
su perdón, podemos comenzar una nueva vida con Él como nuestro guía.
MILAGROS
EXPLICACIÓN:
Marcos se refiere más a los milagros de Jesús que a sus sermones. Se ve que
Jesús es un hombre de poder y acción, no solo de palabras. Jesús realizó
milagros para convencer a la gente acerca de quién era Él y para enseñar a los
discípulos que en verdad era Dios.
IMPORTANCIA:
Mientras más convencidos estemos que Jesús es Dios, mejor veremos su poder y su
amor. Sus poderosas obras nos dicen que Él es capaz de salvar a cualquiera sin
importar su pasado. Sus milagros de perdón traen sanidad, integridad y cambio
de vida a los que confían en Él.
SIERVO
EXPLICACIÓN:
Como el Mesías, Jesús cumplió las profecías del Antiguo Testamento al venir a
la tierra. Pero no vino como un rey conquistador, sino como un siervo. Ayudó a
los hombres, les habló de Dios y los sanó. Es más, al dar su vida en sacrificio
por los pecados, realizó el supremo acto de servicio.
IMPORTANCIA:
Ante el ejemplo de Jesús, debemos estar dispuestos a servir a Dios y a nuestros
semejantes. En el reino de Cristo la verdadera grandeza se muestra en el
servicio y en el sacrificio. La ambición, el amor al poder o a las posiciones
jamás deben ser nuestra motivación; en cambio, debemos trabajar en la obra de
Dios porque le amamos.
MARCOS. Judíos de Jerusalén
mencionados en Hechos, en las cartas de Pablo y en 1 Pedro, e identificados
tradicionalmente con el autor del segundo Evangelio (MARCOS, EVANGELIO DE).
Llevaba dos nombres “Juan”,
nombre hebreo y M. sobrenombre romano (Hch. 12:12-25; 13:5,13; 15:37,39). Era
hijo de una viuda rica llamada María, cuya casa era centro de reuniones para
los primeros cristianos en Jerusalén (Hch. 12:12-17), pero no se sabe cuándo M.
abrazo el cristianismo. Llevado a Antioquía por Bernabé y Pablo (12:25), M. los
acompaño también en el primer viaje misionero en calidad de ayudante (13:5),
encargado probablemente de los arreglos del viaje (Comida, hospedaje, etc.).
Por razones no conocidas (¿dimensiones en algunos pun tos de vista?) se separó
de Bernabé y Pablo, y volvió solo a Jerusalén (13:13), lo que dio lugar a una
desavenencia entre Pablo y Bernabé cuando estaban a punto de salir para el
segundo viaje (15:36-41).
El M. de Hechos y el que se
menciona en Col. 4:10; Flm.24 y 2Ti. 4:11 son una misma persona, como lo
demuestra el hecho de que Pablo en Col. 4:10 transmita a los colosenses el
saludo de “M., el primo de Bernabé”. Este parentesco explica que Bernabé haya
intervenido a favor de M. y lo haya acompañado a Chipre (Hch. 15:39). A pesar
de las divergencias relatadas en Hch. 15, M. debería haberse reconciliado ya
con Pablo cuando éste escribió a los colosenses, puesto que se encontraba a su
lado. La petición de 2Ti. 4:11 confirma
la utilidad de M. en el ministerio de Pablo.
En 1P.5:13 leemos: “la iglesia
que está en Babilonia… y M., mi hijo, os saludan.” Si admitimos que se trata de
un mismo M. y que el autor de 1Pedro es Pedro o un secretario allegado a él, M.
debe haber trabajado con este apóstol en Roma, además de colaborar con Pablo.
Hch. 12:12 y Papías, quien lo llama “intérprete de Pedro”, evidentemente
confirma esto. La expresión “mi hijo” es una muestra del cariño que unía al
apóstol y su discípulo.
Se
ha conjeturado que el joven que “huyó desnudo” (mencionado solo en Mr. 14:51s.),
fue M. según la tradición M. fue el fundador y primer obispo de la iglesia de
Alejandría y, años después, los venecianos se apoderaron de sus restos y los
llevaron a Venecia, ciudad que ahora lo tiene como su santo patrono.
MARCOS,
EVANGELIO DE.
I.
AUTOR
Y FECHA
Varios
cristianos antiguos se refiere al E. de Mr. y a las circunstancias en que este
fue escrito. El testimonio más antiguo (Papías, ca. 110) dice así: “Marcos,
quien fue intérprete de Pedro, escribió exactamente, aunque sin orden, todo lo
que recordaba, tanto las palabras como las acciones del Señor.” De éste y otros
documentos se desprenden varios datos que concuerdan con los estudios modernos.
Aunque
el evangelio es anónimo, su autor se llama Marcos; se le ha identificado desde
el siglo IV con el Marcos mencionado en el NT, sin ser este apóstol como Mateo
o Juan. En una época cuando la tradición cristiana tendía a atribuir la
redacción de los Evangelios a los apóstoles, es improbable que Marcos haya sido
designado como autor sin razones históricas fehacientes.
Si
bien Marcos no siguió a Jesús en su vida
terrestre, como “intérprete de Pedro” pudo transcribir con fidelidad las
enseñanzas del Maestro. Su dependencia de Pedro se recalcó tanto en la
tradición eclesiástica, que el segundo evangelio llegó a considerarse una
simple transcripción de las memorias de Pedro. La realidad es más compleja,
como veremos.
Desde
fecha muy temprana, el Evangelio fue criticado por su falta de orden y por
incompleto (posiblemente por los círculos en que se escribieron Mt. Y Jn.). Sufrió
en particular la comparación con Mt., ya que este Evangelio se atribuía a un
apóstol, era más extenso y ordenado, y retrataba a Cristo en forma más
comprensible y atractiva. De ahí el escaso interés en Mr., por parte de los
comentaristas hasta el siglo pasado.
Para
determinar cuándo se redactó este Evangelio, existen varios testimonios
antiguos; los mejores afirman que Marcos escribió después de la muerte de
Pedro, ocurrida en el 64 d.C. además, el discurso escatológico de Mr.13 refleja
probablemente una situación anterior a la destrucción de Jerusalén por los
romanos en el 70. (Mr. 13:14; cp. Lc. 21:20). Así, podemos fechar la
composición de Mr. entre 65 y 70.
II.
LUGAR
DE COMPOSICIÓN Y DESTINATARIOS
La
tradición antigua según la cual Marcos escribió en Italia, v.g. en Roma, se
confirma por indicios como la traducción al latín de algunas expresiones
griegas (12:42; 15:16) y la alusión al romano Rufo (15:21). No obstante, los
latinismos (5:9; 6:27,37, etc.) no constituyen un argumento decisivo ya que
casi todos son palabras técnicas de uso común en todo el imperio. La rápida
difusión y aceptación de un Evangelio bastante deslucido comparado con los
otros, y sin patrocinio apostólico directo, se entendería mejor de haberse editado
en una iglesia de gran prestigio como la de Roma. Además, parece haberse
dirigido a un público de cristianos procedentes del paganismo (y no del
judaísmo) por la explicación de las palabras arameas (3:17; 5:41; 7:11,34;
14:36; 15:22) y de ciertas costumbres judías (7:3,4; 14:12; 15:42). Así, es muy
probable que Roma haya sido el lugar de origen al menos en cuanto a la
redacción final. Con todo, no se puede descartar la posibilidad de que una
primera versión de este Evangelio (o parte de sus elementos) provenga de otro
medio (p.e., Palestina).
III.
FUENTES
DE MARCOS
Las
distintas escuelas de crítica bíblica llegan a la misma conclusión: el E. de
Mr. no es una obra enteramente original, nacida de toda la mente del
evangelista, sino que este se valió de tradiciones orales o escritas que no se
han conservado.
Toda
búsqueda comienza necesariamente con jun estudio de las características
literarias del Evangelio. El léxico y el estilo de Mr. son típicos del hablar
popular. Su vocabulario contiene más diminutivos, más palabras arameas o
hebreas y más transcripciones de
palabras latinas que cualquier otro libro del NT. La sintaxis es sencilla: las
oraciones se coordinan solo mediante la yuxtaposición o la conjunción “y”
además, Mr. utiliza con frecuencia expresiones redundantes y paréntesis que
interrumpen la construcción. Estos rasgos indican que el autor no se preocupa
por refinar su estilo ni por narrar artísticamente. Se clasifica más bien entre
los narradores populares que transmiten de manera fiel y bastante ingenua la
tradición en que están inmersos.
¿Tuvo
antecesores el E. de Mr.? Una teoría muy antigua afirma que Mr. se inspiró en
otro Evangelio anterior. Desde San Agustín, prevalecía la opinión de que Mr. no
era sino una imitación y abreviación de Mt. Pero se dejó de subestimarlo en el
siglo XIX al reconocer que en realidad Mr. no solo era anterior a Mt. Y Lc.,
sino que les había servido de fuente a los dos (Evangelios) la teoría de la
prioridad de Mr. está en boga hoy por lo que ahora se le estudia más
asiduamente. Habiendo tropezado con dificultades las hipótesis de un
“Proto-Marcos” o una primera redacción, se ha concluido que nuestro Mr. no tuvo
predecesores. El evangelista Marcos creó el género literario “evangelio”,
combinado por primera vez los dos aspectos de la tradición anterior relativa a
Jesús: los dichos y las narraciones.
Para
descubrir las fuentes de Mr.es indispensable estudiar la tradición evangélica
que le precede, e.d. en su estado oral. A continuación se le dan algunos
ejemplos de la agrupación de las unidades, aisladas en un principio.
Mr.
2:1-3:6 contiene cinco narraciones
breves que enmarcan y ponen de relieve ciertas sentencias de Jesús
(2:10,17,19,27,28; 3:4). Esas historias carecen de detalles realistas y de
indicaciones temporales y geográficas. No fueron agrupadas para contar una
serie de acontecimientos, sino para dar a conocer la opinión de Jesús sobre
problemas de importancia vital de la comunidad cristiana (el perdón de los
pecados, el ayuno, la actividad respecto al sábado, etc.).
Mr.
4:35-5:43 es de un carácter muy distinto. Contiene cuatro narraciones de
milagros donde el interés principales el relato del acontecimiento mismo. En
contraste con 2:1-3:6, están vinculadas por anotaciones de lugar y de tiempo, y
ofrecen detalles concretos. Las narraciones de milagros, construidas según un
mismo esquema, ocupan un lugar importante
en Mr. (1/2 de la totalidad des Evangelio), y recalcan el poder de Jesús sobre
los demonios y la naturaleza, o bien para manifestar su misericordia para con
los desdichados.
Una
tercera clase de material utilizado por Mr. son los dichos y parábolas de
Jesús. En 8:34-9:1 y en 9:33-50, p.e., tenemos dos colecciones de sentencias,
primitivamente aisladas y luego recopiladas por un maestro cristiano en
relación con un tema para facilitar su aprendizaje.
Estos
ejemplos permitían apreciar la variedad del material empleado por Mr. abarca
desde unos relatos y dichos muy cercanos a los hechos originales, hasta una
tradición ya elaborada, adaptada a las
necesidades de la catequesis y que refleja la esperanza y los temores de
la segunda generación cristiana. Este Evangelio no es una empresa privada, sino
producto de la vida y fe de la iglesia. De ahí que para su interpretación
siempre haya que plantearse una doble pregunta: Primero, ¿qué quiere decir un
relato o una palabra dada en la situación original, e.d., antes de ser
incorporado en Mr.? y segundo, ¿qué significa en el contexto del evangelio? En
otras palabras, Mr. habla tanto de la vida y de la enseñanza de Jesús como de
las circunstancias de la iglesia de su tiempo.
IV.
PROPÓSITOS
Y TEOLOGÍA
El
evangelista no sólo reproduce la tradición de su iglesia; es también un
escritor con personalidad y pensamientos originales, como lo muestra la manera
en que selecciona y ordena sus fuentes. Su evangelio es una obra literaria
original y obedece a su propósito determinado. Este propósito no es en primer
término biográfico – aunque si hubo curiosidad en la iglesia sobre la vida de
Jesús – sino teológico. Mr. quiere edificar a la comunidad cristiana
ofreciéndole una serie de enseñanzas puestas en el molde de un relato de la
vida terrenal de Jesús. No siendo un historiador moderno, le interesa menos la
precisión cronológica y geográfica de su relato, que la significación que
tiene. Para él, el pasado y el presente se confunden,; el Jesús que predicaba y
curaba a los enfermos en Palestina se identifica totalmente con el Señor
resucitado que habla y actúa en la iglesia contemporáneo de Mr.
Por
eso es problemático intentar una biografía de Jesús, a partir del marco
geográfico y cronológico de Mr. sin embargo, este Evangelio sigue siendo fuente
importante para conocer la enseñanza de Jesús, su persona, su obra y el
desarrollo de su ministerio.
Sin
entrar en detalles, el libro puede dividirse en dos secciones, deslindadas por
la confección de Pedro en Cesarea de Filipos (8:27ss.). En la primera sección
el eje geográfico es Galilea, región que despreciaban los Judíos por estar
pobladas en parte por gentiles. Allí es donde Jesús predica y hace milagros
públicamente. Pero sus enseñanzas y actos siguen siendo incomprensibles aun
para los discípulos, el periodo de la predicación en Galilea termina con la
confesión de Pedro y la transfiguración, donde se revelan la identidad de Jesús
y el misterio de su destino. En la segunda sección, Jesús va camino de
Jerusalén, y cuando llega concentra allí su ministerio por algunos días, en
esta capital de la religión judía culmina en la cruz la hostilidad contra Jesús.
Esta
división del evangelio en dos períodos y en dos zonas geográficas no obedece
tanto a un desarrollo psicológico en la personalidad de Jesús, o a una sucesión
cronológica de acontecimientos, como a la expresión de una verdad teológica: el
misterio de la salvación en Jesús no se entiende sino después de la
Resurrección.
¿Quién
es Jesús para Mr.? ¿Cómo ve su persona y su obra? Comparado con los otros
Evangelios, Mr. Es moderado en el uso de los títulos relativos a Jesús, en 81
casos lo llama sencillamente “Jesús”. El término “Cristo o Ungido” aparece
siete veces, y nunca dicho por Jesús. En Mr. Jesús suele designarse a sí mismo
como “Hijo del Hombre”, mientras Marcos prefiere el título de “Hijo de Dios”
que aparece en momentos claves del relato: al principio, en el relato del
bautismo de Jesús (1:11), en el centro, dicho por la voz divina que se escucha
en la transfiguración (9:7) y al final, en la confesión del centurión gentil al
pie de la cruz (15:39). Según algunos mss antiguos, Marcos lo incluyó también
en el título de su libro (1:1).
Un
rasgo muy original del relato de Jesús en Mr. Es el llamado “secreto
mesiánico”. Jesús rehúye la publicidad y procura ocultar su identidad de Mesías
o de Hijo de Dios (1:24s.; 34,44; 5:43; 7:36, etc.); prefiere enseñar
privadamente a sus discípulos (4:10-12; 7:17-30, etc.), quienes sin embargo, no
entienden el verdadero sentido de sus dichos y milagros (6:52; 8:17ss.).
Algunos
autores ven en el secreto mesiánico una invención de Marcos o de su comunidad,
pero este aspecto del Evangelio tiene bases históricas. Jesús impulso el
silencio para evitar un entusiasmo popular del tipo revolucionario, o porque la
naturaleza misma de su mesiado se lo exigía. Sin duda ambas explicaciones son
posibles. Se puede aceptar perfectamente que el secreto mesiánico sea una
formulación teológica de la comunidad primitiva y afirma a la vez que se apoya
en una realidad histórica. Jesús, al vincular la predicación de la inminencia
del reino de Dios con su propia persona, dio a su vida un significado
implícitamente mesiánico.
Con
la sistematización del secreto, Marcos quiso destacar el carácter misterioso de
Jesús, y especialmente de la necesidad de su pasión y muerte (c.p. 10:45). Para
él, ningún título ni ninguna confesión de fe abarcaba totalmente la
significación de la vida, cruz y resurrección del Señor. Más importante aún
que la creencia recta es la acción
recta, el seguimiento de Jesús: “si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese
así mismo, y tome su cruz, y sígame” (8:34).
Esta
tendencia antidogmática y activista de
Marcos se expresa también en su concepción de la iglesia y en el entusiasmo
misionero que llena su obra. Su Evangelio es la historia del compañerismo de
Jesús con los suyos (c.p. 3:14) que perdura en la iglesia contemporánea del
evangelista. El Resucitado es el único jefe de la iglesia, y nadie puede
arrogarse una autoridad universal en la comunidad. De ahí la marcada reserva de
Marcos hacia los discípulos, cuya incomprensión, ambición y exclusivismo señala
varias veces (8:33; 9:19; 9:38-41, etc.), y sobre todo hacia la familia de
Jesús. Se conjetura que los pasajes 3:20s.,31-35 constituye una censura directa
de la hegemonía de Jacobo, hermano de Jesús, sobre la iglesia de Jerusalén.
A
partir de estos rasgos polémicos, se puede vislumbrar el tipo de iglesia que
Marcos encomia: sin límites rígidos, popular, sin preocupación intelectual y
apologética exagerada, y movida totalmente por la exigencia dinámica de la
conquista misionera.
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