Juan
10:10.
10.
El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Yo he venido para que
tengan vida, y para que tengan lo mejor.
NOMBRE
Nepesh, «alma; ser; vida; persona; corazón». Este es un término muy corriente tanto en las lenguas semíticas antiguas como en las de hoy. Aparece más de 780 veces en el Antiguo Testamento, distribuido equitativamente entre todos los períodos del texto, aunque con mayor frecuencia en los pasajes poéticos.
El
significado fundamental parece tener relación con la forma verbal poco
frecuente: napash. El nombre se refiere a la esencia de la vida, la
respiración, tomar aliento. Sin embargo, de este concepto concreto se fueron
desarrollando una cantidad de significados más abstractos. El nombre aparece
por primera vez, en su acepción primaria, en Génesis 1:20: «seres vivientes» rv («un bullir de vivientes» nbe). Aparece
por segunda vez en Génesis 2:7: «ser
viviente».
Sin
embargo, en más de 400 casos subsiguientes, el término se ha traducido como «alma». Aunque ayuda a entender la
mayoría de los pasajes, es en realidad una traducción pobre.
Desafortunadamente, las numerosas traducciones no han logrado encontrar un
equivalente que les sirva en todos los casos; ni siquiera existe un pequeño
grupo de palabras de uso frecuente. Por ejemplo, la rv hace uso de varios
términos diferentes para traducir este vocablo hebreo. El problema fundamental
es que no existe en castellano un equivalente exacto en hebreo ni del vocablo
ni de la idea de «alma». El sistema
de pensamiento hebreo no conoce la combinación u oposición de los términos «cuerpo» y «alma» que son de origen griego y latino. Más bien en el hebreo se
contraponen dos conceptos que no se encuentran en la tradición grecolatina: «el ser interior» y «la apariencia externa», o puesto de otra manera: «lo que somos para nosotros mismos», en
contraposición a «lo que otros creen ver
en nosotros». El ser interior es nepesh, mientras que el ser externo, la
reputación, es sem, cuya traducción más frecuente es «nombre». En los pasajes narrativos o históricos del Antiguo
Testamento, nepesh puede traducirse como «vida»
o «ser» (en el sentido de
personalidad o de identidad), como en Levítico 17:11: «Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para
hacer expiación por [vosotros mismos]». Sobra decir que el término «alma» (en la rvr) no tiene sentido en
este texto («vidas» bj, nbe, bla).
La
situación en los numerosos pasajes poéticos paralelos en que aparece el término
es mucho más complicada. Tanto la Septuaginta (griego) y la Vulgata (latín)
usan los equivalentes de «alma», en
particular en los Salmos. El primer caso, Salmos 3:2, la lba traduce: «Muchos son los que dicen de mi alma: para él
no hay salvación en Dios» (también nbe; «dicen de mi vida» bj, bla). El siguiente caso es Salmos 6:3: «Mi alma también está muy turbada; y tú
Jehová, ¿hasta cuándo?» En ambos pasajes, el contraste paralelo es entre
nepesh y algún aspecto del ser, que en el Salmo 3:2 (rv, bj, nbe) se traduce «mí» y en 6:3 «alma».
No
se distingue si el vocablo corresponde a «A»
o «B» en el paralelismo. No obstante,
debido a que en la poesía hebrea no se repite el mismo nombre en las dos partes
de un verso, a menudo se usa nepesh como paralelo del sujeto principal o
personal, y aun para Dios, como en Salmos 11:5: «Jehová prueba el justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma
[el mismo] los aborrece». Hay muchos pasajes como estos y una comprensión
adecuada del término nepesh ilumina muchos pasajes muy conocidos, como por
ejemplo Salmos 119:109: «Mi vida está de
continuo en peligro, mas no me he olvidado de tu ley».
Las
lecturas de nepesh en las diversas versiones son muy variadas, particularmente
en las más modernas que procuran una mayor amplitud de acepciones.
VERBO
Napash
significa «respirar; tomar aliento;
descansar». Este verbo, que parece tener una relación con nepesh, se
encuentra 3 veces en el Antiguo Testamento (Éxodo 23:12; 31:17). El otro caso
es 2 Samuel 16:14: «Y el rey y todo el
pueblo que con él estaba, llegaron fatigados, y descansaron allí» (rv, cf. nbe;
«tomaron aliento» bj; «recuperaron las fuerzas» bla).
ALMA Eternidad en corazones humanos, Eclesiastés
3:11. Espíritu vuelve a Dios, Eclesiastés 12:6–7. Matan cuerpo pero no alma,
Mateo 10:28; 1 Corintios 15:54. Valor de una oveja perdida, Mateo 18:12–14;
Lucas 15:1–32. Valor eterno del alma, Marcos 8:35–37. Inmortalidad asegurada,
Juan 8:51; 11:25–26; 1 Corintios 15:53. Paz en el alma, Gálatas 1:3. Alma y
espíritu, Hebreos 4:12. Mártires decapitados, Apocalipsis 20:4. ¿Por qué se
abate?, Salmo 42:11.
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